viernes, 25 de febrero de 2011

"Días de estirpe y soles" 2005 Juan Garbín Vereda


Ahora 
soy
lo que queda
al otro lado
de una
mirada
ida.

En
mis vivencias 
la arcilla
ha modelado
mis pasos
en la cuneta.

----

Quedo
en mí
rescoldos
de ceniza
y lava.

Se encielan
los pasos
en la noche
con
la fragilidad
efímera
de los días
que son silencio. 

martes, 22 de febrero de 2011

"Medio pan y un libro" Federico García Lorca



Discurso de Federico García Lorca al inaugurar la biblioteca de su pueblo 

Alocución de Federico García Lorca al pueblo de Fuente Vaqueros (Granada) en septiembre de 1931: 

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. «Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre», piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

"Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada. 
"No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

"Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros? 

"¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: «amor, amor», y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: «¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!». Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida. 

"Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: «Cultura». Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz".

viernes, 18 de febrero de 2011

"Noches Dantescas" 2000 Carlos Edmundo de Ory


¿Qué soy yo capaz de ser? Nunca me/te lo he preguntado. Pese a ello, no se me escapa la pálida perplejidad que te constriñe, cuando viéndome a tu lado y en mi sitio, osaba yo medirme contigo-vos. Vueseñoría es bueno. Y te alarmabas por propia modestia haciendo frente a mi ínfula, y al apreciar mi saturación de mí. Mal hijuelo desatado al que quitabas la cáscara y con un mimo especial, pisando huevos, con un peine peinabas los rizos. ¿Tuve yo rizos alguna vez? En todo esto, qué diestro peluquero, sacándome la raya con una regla.
Una experiencia larga y fuerte que me tiene aquí a tus pies de imposible cadáver. He vivido dolorosamente como todo pirata tuerto. Ya no me queda sino ese ojo óptico sin párpado en la punta de la nariz. ¡Ya veo! Tú también viste que también yo vi cosas mucilaginosas, y quise ver la mandrágora. Pero no podía. Hay misterios que no se pueden. Y ahora cumplo mi misión, mi pasión. Cruzo los brazos y contemplo el horizonte en mi nuca. Ya cerraré la cara para dormir. ¿Me escuchas?


viernes, 11 de febrero de 2011

"Memoria de las piedras" 1997 Gabriel Cruz Barreto


Ojos del cielo

Dicen que existió un pueblo cansado de vivir esclavizado por el sol, se reveló, y subiendo a la montaña mas alta le arrojó piedras y lanzas. Herido de muerte, el sol fue a caer sobre el mar; ensangrentado el horizonte en su caída. Así nació el atardecer, que dio paso ala noche, y en la noche pudo nacer la luna. El sol ya no fue enemigo, volvió a nacer de las aguas y más humilde aprendió a compartir las alturas con la luna. Ambos se convirtieron en ojos de un cielo que siempre nos mira, tanto en la luz como en la oscuridad.

viernes, 4 de febrero de 2011

"Locos de altar" 2010 Leopoldo María Panero, Begoña Callejón, Rubén Martín



Begoña Callejón

En la habitación

No puedo dormir. Me masturbo. Me masturbo otra vez. Que asco. No sirve de nada. Estoy nerviosa. Conozco cada una de las esquinas de esta cama. He probado todas las posturas. Cojo un cuchillo y acaricio mis muñecas. Lo lanzo contra el cristal y se rompe al instante, el aire entra en la habitación. Un aire frío. Me fumo un cigarro. Hay trozos de cristal en mi pelo. Brujas, vosotros que habláis en la noche, ¿puede una muchacha llorar hasta el amanecer?. No encuentro unos labios inmóviles. Beso un astro apagado. Empujo la mecedora, siempre está en medio. Estoy de pie pensando qué hacer.

a. Acerco la vela a las cortinas
b. Intento regresar a la cama
c. Me desnudo y me acerco a la ventana
d. Me voy a la calle e intento follar con alguien.

Cojo una copa de vino. La perfección está en el odio.

Bajé a los infierno y no hay nadie.
Solo perros muertos.

Rubén Martín

--Te preguntas por qué tanto dolor. Mejor pregunta cuándo comenzasteis a olvidar, 
a borrar los pasillos de vuestra realidad, a anestesiar el mundo en que habitáis.--
Segunda voz:
--No es bueno hacer preguntas. Las respuestas jamas os satisfacen.--
Y tercera:
--Todos vivís en cárceles, hospitales, manicomios. Todos estáis atados ala cama con correas, 
con vendas y electrodos. Nuestro único crimen es mostrarte las rejas de tu celda.--


Leopoldo María Panero

Hagan lo que hagan
Digan lo que digan,
Todos los hombre se verán algún día
En el interior de un círculo rojo.
Buda

Aquí está la ultima danza de los muertos vivientes
de aquellos que sonríen al pasar al caer la muerte
sobre los hombres
de aquellos que llaman a la lluvia 
y hacen que zozobren los barcos
los barcos atroces de la lluvia
que solo saben del esparto
y del soliloquio atroz de un muerto
que solo sabe de la lluvia
y del sol en vano para que caigan los hombres
al pie de la vida
cuando los hombres recen en vano
y solo la muerte les responda
John Donne lo dijo:
Uno miente y el otro desespera.