lunes, 28 de abril de 2014

“Las moscas lo devorarán todo” 2010 - Kutxi Romero versus Sor Kampana


Nos descubriremos mezquinos,
ignorantes,
asesinos,
traidores.
En definitiva:
hombres.
Hombres apurados
las últimas bocanadas
de monóxido de carbono
entre el batir de alas.
Hombres libres
con la vergüenza
 de sabernos culpables.
Culpables del acto y la palabra,
de la puñalada y la sutura,
del germinar y el abandono.
Pero no hay quien nos ajusticie.
No existe quien accione 
el mecanismo de la silla eléctrica 
ni quien nos conduzca al paredón:
todos huyen, despavoridos.
Esos que ven tan limpias
sus manos manchadas,
esos que alquilan su voz
cercenando gargantas
esos solidarios de pastel
que solo sienten tedio;
esta es su estafa
y su condena,
el color con el que falsean 
su mirada.

martes, 22 de abril de 2014

“El criollo estaba con una india” 1969 - Luis J. Sánchez-Cuñal


Tres horas navegando en silencio, interrumpido únicamente 
por el estruendo del motor 
y los disparos del Capitán, que se empeñaba en hacer blanco 
sobre los caimanes, fallando siempre. Luego, sacando la pistola, 
se fue hacia la proa y trató de matar alguna garza, 
con los mismos resultados negativos. Esto le daba cierto gusto al Mestizo, 
que no veja objeto en matar un animal si no se iba a provechar en algo. 
Además, se daba cuenta de que el Capitán tiraba muy mal, 
y pensaba que esto le daría una oportunidad más de salvación de don Gilbero. 

sábado, 19 de abril de 2014

“Treinta noches” 2006 - Felix J. Caballero


Hijo del verbo, carne de lenguaje, 
Herido por el fuego en la laringe, 
Malogrado y fatal como la Esfinge,
Soy la declinación de mi linaje.

Hice de la palabra santuario
Ocultando mi vida en el fonema
Y hallando en las entrañas del poema
Materia para un sueño visionario.

La madre de mi alma es la palabra
“Destino” con mi sangre escrita y fuerte
Anhelo más profundo que la muerte.

Lejos de la mecánica macabra 
Que rige el mundo yo sueño y escribo,
Y en la distancia de mis versos vivo.

sábado, 12 de abril de 2014

“Circo Varado” 1999 - Victor M. Díez


Noche de magia. Maestro desaparecedor
anuncian los altavoces. Escapismo.

Hacer un arte de la oquedad.
Pero no hay escapatoria.
La identidad es una lápida repetida
que cada amanecer cae en sus brazos
como un hijo abandonado.

Por eso anhelan madres amnésicas
que sepan confundir sus llaves bajo las nevadas
y no recuerden ni sus nombres ni sus rostros.

miércoles, 2 de abril de 2014

“Cajas de música difíciles de parar o el desencanto de Nacho Vegas” 2012 - Carlos Prieto


Paso les hores muertes 
mirando´l fumo, mirando´l fumo. 
La lluna, ella sorríe 
y yo me consumo. 
Y ye la canción de la duermevela, 
y ye la canción que na mio alma suena. 

Cuando diba dormime 
llegó la Muerte, llegó la Muerte. 
Acarició mio cuerpo 
y leyó mio mente. 
Y ye la canción de la duermevela, 
y ye la canción que na mio alma suena. 

Ella faló despacio, 
díxome "fíu", díxome "fíu". 
Yo-y respondí "mios padres 
son el olvidu 
y la canción de la duermevela, 
y la canción que na mio alma suena." 

Sabe dulce esta nueche 
que nun termina, que nun termina. 
Sabe dulce ente´l fumo 
de la heroína. 
Y ye la canción de la duermevela, 
y ye la canción que na mio alma suena. 

Una cosa na vida 
ten por segura, ten por segura: 
al final sólo hai soledá 
y amargura. 
Y ye la canción de la duermevela, 
y ye la canción que na mio alma suena. 

Y aunque agora otra vuelta 
se fae de día, se fae de día, 
na mio mente pervive 
la melodía 
de la canción de la duermevela, 
de la canción que na mio alma suena.