lunes, 11 de julio de 2016

“La condesa sangrienta” 2014 - Alejandra Pizarnik


LA FUERZA DE UN NOMBRE

El nombre Báthory en fuerza Erzébet creía como en la de extraordinario talismán, fue ilustre desde los comienzos de Hungría. No es casual que el escudo familiar ostentara dientes del lobo, pues los Báthory eran crueles, temerarios y lujuriosos. Los numerosos casamientos entre parientes cercanos , tal vez, en la aparición de enfermedades e inclinaciones hereditarias: epilepsia, gota, lujuria. Es probable que Erzébet fuera epiléptica ya que le sobrevenían crisis de posesión tan previstas como sus terribles dolores de ojos y jaquecas (que conjugaba posándose una paloma herida pero viva sobre la frente).

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